Un carballo, un tejo, un encino, un conjunto de olmos, un ciprés, un pino galapán, dos pinos y un plátano compiten por ser el árbol del año en España y clasificarse para el concurso europeo. La votación para elegir cuál es el árbol del año de España entre los ocho clasificados tiene lugar del 1 al 31 de octubre. Una vez elegido el ganador, en febrero del año que viene, se podrá votar por el Árbol del Año en Europa, que se anunciará el 23 de abril de 2018 en Bruselas.
El Carballo de Mourente
Tiene su origen hace 500 años en la ciudad de Pontevedra y es un símbolo cultural, natural, etnográfico, histórico y artístico de Galicia. Aparece en decenas de obras literarias, pictóricas y ambientales.
El Ciprés de los Pantanos
Fue plantado en torno a 1850 en Sevilla y está situado al lado del monumento en memoria a Gustavo Adolfo Bécquer.
La Encina de las Tres Patas
Tiene unos 1.200 años de edad, está plantado en Mendaza (Navarra), se apoya sobre tres patas, es hueca por dentro y está sujeta por un zuncho metálico que evita su caída.
Los Siete Olmos Centenarios
Están en el Santuario de Nuestra Señora de Belén, en el municipio de Cabeza de Buey de Badajoz y tienen más de 150 años.
El Pino Castrejón
Está en Hoyo de Pinares (Ávila) y es otro de los clasificados por su copa de 25 metros, dicen que ha llegado a producir hasta 2.000 piñas en una temporada y es uno de los pinos piñoneros más gruesos y protegidos de Castilla y León.
El Pino Galapán
Es el más grande de su especie y se dice que un ladrón llamado Galapán escondía sus tesoros en una cueva cerca de este pino. Está en el municipio de Santiago de la Espada en Jaén.
El Plátano de Sombra
Fue plantado a finales del siglo XIX cerca del río Turia en Mas de Traver en Valencia y ha superado las inundación del año 1957 y múltiples incendios. En 2005 fue declarado árbol de interés local.
El Tejo de Bermiego
Está en Asturias, tiene mil años, en 2008 fue premiado por ser uno de los árboles más viejos de Europa y de la Península y el Principado de Asturias lo ha declarado Monumento Natural.
La organización Bosques Sin Fronteras promueve el Premio Árbol Nacional y Europeo del Año para “significar y valorar árboles que por diversas características son merecedores de un reconocimiento y respecto social”. Este concurso surgió en el año 2011 para señalar que los árboles viejos son un patrimonio natural y cultural muy importante que deberíamos apreciar y proteger, es esencial su historia y conexión con las personas.