El peculiar pez-mano topeado, natural de Derwent, en Australia, se encuentra en una situación en la que su existencia se ve muy amenazada. La Organización de Investigación de la Comunidad Científica e Industrial ha señalado que solo quedan 79 ejemplares de esta especie.

La principal característica de este animal es la capacidad para caminar debajo del agua gracias a sus aletas pectorales ventrales.

Los científicos de la Organización creen que el principal enemigo de esta especie es un tipo de estrella de mar que se ha introducido en las aguas de Tasmania y que se alimenta tanto de los huevos de este pez como de los chorros marinos donde esta especie deposita sus huevos.

Los expertos piden la creación de un programa de cría en cautividad de este pez-mano para aumentar el número de ejemplares y asegurar la existencia de esta especie en el futuro.