La investigación, liderada por Josep Peñuelas y que publica la revista 'Nature Communications', ha propuesto una nueva metodología para describir con más precisión los cambios en el ciclo de vida de las plantas provocados por el calentamiento del planeta.

Gracias a este nuevo método, el equipo de Peñuelas ha comprobado que la primavera biológica comienza entre 4 y 5 días antes que hace 30 años porque las temperaturas máximas del día han aumentado más que las nocturnas, lo que ha provocado este cambio fenológico. Según Peñuelas, la fotosíntesis, que se produce sólo de día, y el metabolismo de las plantas se aceleran cuando sube la temperatura.

Los investigadores han utilizado datos de campo y datos de teledetección por satélite para probar esta relación, lo que ha permitido desarrollar un nuevo marco conceptual que, según Peñuelas, mejora la predicción de los cambios que sufrirá la fenología de las plantas con el cambio climático. El experto ha explicado que "la variación de las temperaturas máximas y mínimas afectan a muchos procesos biológicos relacionados con la fenología y deben tenerse en cuenta. De hecho, a partir de esta constatación ahora incorporaremos las temperaturas máximas a los módulos de fenología de los modelos de funcionamiento del sistema terrestre".

Peñuelas ha asegurado además que el calentamiento del planeta y los cambios en la fenología modifican el balance de carbono, ya que el aumento de las temperaturas máximas acelera el proceso de fijación de carbono atmosférico porque las temperaturas diurnas estimulan el proceso de fotosíntesis y el crecimiento de las hojas. Por otra parte, la subida de las temperaturas mínimas hace más difícil la absorción de carbono porque las plantas aceleran el proceso de respiración que hacen durante la noche (sin fotosíntesis) y gran parte del carbono absorbido retorna a la atmósfera en forma de CO2. 

Según Peñuelas, los ciclos biológicos de los organismos también son sensibles a los cambios en la fenología que está provocando el aumento de las temperaturas. "Por ejemplo, si la fenología primaveral se avanza de manera diferente para los diferentes organismos, la falta de sincronización podría repercutir en las interacciones entre los organismos del ecosistema: por ejemplo, entre planta y herbívoro, planta y polinizador, herbívoro y carnívoro...y alterar de forma significativa las composiciones de las comunidades de organismos vivos", ha concluido Peñuelas.