Abetos, hayas, encinas, tilos, quejigos, pinos, enebros, sabinas, cedros, chopos, carrascas y tejos enumeran la lista de tipos de árboles de Aragón que a partir de ahora tendrán una protección especial y un elevado valor como patrimonio natural por su rareza, su distribución, por particularidades de su desarrollo o ubicación, por tener características excepcionales dentro de su especie o edad o por poseer particularidades científicas o algún tipo de interés cultural, histórico o popular.

El catálogo de árboles y arboledas de Aragón ofrece una completa descripción de los ejemplares y una ficha que aporta toda la información de los catalogados.

El listado contiene la denominación, nombre común o científico de su especie, su carácter alóctono o autóctono, los motivos que justifican su singularidad, la localización, extensión de la arboleda en que se ubican y el propietario del árbol o arboleda.

En Aragón destacan algunos árboles catalogados como singulares por su altura en relación a su especie como la secuoya y el cedro de la Torre Nuestra Señora del Pilar, la secuoya de 40 metros en la comarca de Daroca y el haya de la Caseta de Pascual en la Selva de Oza (Valle de Echo) en la provincia de Huesca.

También en la provincia de Huesca se ubica el Tilo de Benasque, en la plaza del ayuntamiento; el abeto de los Tres Quiñones, de 36 metros de altura, en Panticosa, o la encina de Lecina en la sierra de Guara, popularmente llamada “La Castañera” por el tamaño de sus bellotas, con 16,5 metros de altura y un diámetro medio de 29,9 metros.

En la provincia de Teruel están el chopo Cabecero del Remolinar de Aguilar de Alfambra; el pino del Escobón de Linares de Mora; la Carrasca de los Tolones, el tejo del Barranco del Cuervo en los Puertos de Beceite, y la sabina albar de Blancas.

Y en Zaragoza, el Pino de Valdenavarro, el más grande del pinar de Zuera con 15 metros; el enebro de Sabiñán propiedad de los vecinos de la localidad a través de la asociación Sabinius Sabinianus; la sabina de Villamayor de Gállego, y el quejigo de la Casa de la Vega en Embid de Ariza llamado popularmente “árbol del encuentro”.