Este estudio ha sido publicado en la revista 'Nature Climate Change', y en el que ha participado el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el CREAF Josep Peñuelas.

En concreto, esta investigación concluye que, entre 1982 y el 2015, se ha producido un asecenso significativo de la cantidad de biomasa verde, las hojas, en casi la mitad de las regiones del mundo. 

En cambio, en un 4% del planeta se ha detectado una importante pérdida de vegetación. "Con este estudio, hemos podido atribuir el reverdecimiento del planeta al aumento de los niveles de CO2 atmosféricos provocado por el consumo de combustibles fósiles", asegura Peñuelas.

Al haber más dióxido de carbono, las plantas han podido generar más hojas capturando este gas de la atmósfera durante la fotosíntesis, gracias a lo cual, el aumento de la concentración de este gas de efecto invernadero se ha visto frenado, precisa el estudio. 

Además, esta gran cantidad de verde "puede tener la capacidad de cambiar los ciclos del agua y del carbono a nivel global", añade Josep Peñuelas.

Otros estudios ya habían detectado antes que las plantas eran capaces de almacenar cada vez más carbono desde 1980, lo que concuerda totalmente con la idea de reverdecimiento 
Sin embargo, esto no significa que el aumento de CO2 atmosférico sea positivo para el clima, advierte el estudio.

El estudio también concluye que "el efecto fertilizante del dióxido de carbono cada vez es menor a medida que las plantas van aclimatándose a este aumento o echan de menos otros recursos necesarios para su crecimiento como el agua o los nutrientes, sobre todo el fósforo".