Fue un icono de la acción directa no violenta y un faro de esperanza para millones de personas en todo el mundo. Por ello, la organización ecológica conmemora el 25 aniversario con la construcción de un nuevo 'Rainbow Warrior'

El barco fue hundido por agentes de la Dirección General de la Seguridad Exterior francesa en 1985, para evitar una incursión en sus aguas territoriales, que Greenpeace quería llevar a cabo para protestar contra las pruebas nucleares que realizaría Francia en el Atolón de Mururoa, en el sur del Océano Pacífico. Las averías fueron de tal magnitud que hicieron imposible su reparación, así que transportado en 1987 hacia las islas Cavalli donde se hundió para contribuir como santuario de fauna marina.

El nuevo Rainbow Warrior será un velero, sus mástiles se elevarán 54 metros por encima del agua,  de esa manera ayudará a Greenpeace a reducir su huella de CO2, y servirá como ejemplo de reconversión ambiental inteligente.

Entre otras características de diseño cuenta con un enlace satélite, que proporcionará una conexión de banda ancha, que ofrecerá al mundo un acceso directo a las imágenes de las acciones y el contacto con la tripulación. También permitirá que millones de personas se conviertan en ‘guerreros del arco iris’ de manera virtual. El buque estará terminado coincidiendo con el cuarenta aniversario de la fundación de Greenpeace.

Será el primer barco que la organización construya desde cero, con unas adaptaciones medioambientales muy avanzadas. La ceremonia de colocación de la quilla tendrá lugar  el día de su aniversario en el astillero, situado en Gdansk, Polonia.

Como parte de la ceremonia de colocación de la quilla, Pete Willcox, el capitán del Rainbow Warrior en la noche en que fue bombardeado, depositará una ofrenda floral en memoria de Fernando Pereira. Willcox espera que "las generaciones de activistas que naveguen en el barco nuevo tenga la misma determinación y sean tan excepcionales e inspirados como él".