En esta época del año, es importante respetar una rutina en las comidas de los niños para mantener una dieta equilibrada.

Además, en vacaciones el ejercicio físico de los más pequeños aumenta, por lo que se recomienda comenzar el día con un buen desayuno a base de cereales, empleando distintas recetas para que se acostumbren a la variedad de sabores.

"Tenemos que cuidar la alimentación de los más pequeños en verano principalmente porque el comportamiento alimenticio cambia. Hace más calor, tienen más sed y menos apetito. Entonces es muy importante mantener el horario de las comidas para que no pierdan el hábito alimenticio. Debemos ocuparnos también de la hidratación de los más pequeños. El agua y la leche son las principales fuentes de hidratación en esta etapa", ha asegurado la experta Eva Ortega, responsable de investigación y desarrollo de Nutribén.

A la hora de la comida debemos alternar carnes y pescados magros, incoporando siempre la verdura, el pollo, la ternera el pavo o la merluza son los más recomendables durante estas etapas.

"Para hidratarnos más lo ideal es hacer zumos naturales, por ejemplo, introduciendo algo de fruta con un lácteo, yogur o leche. Siempre la fruta entera, no es nesario quitarle la pulpa", ha explicado Bárbara Sánchez, nutricionista de Aleris.