Con la llegada del verano, los primeros rayos del sol son muy peligrosos y dañinos, y los excesos pueden desarrollar quemaduras, además de incrementar la aparición de enfermedades en el futuro, como el cáncer de piel o melanoma.

Los pediatras afirman que no hay una edad concreta para empezar a usar gafas de sol, sino que esto dependerá de la intensidad de la exposición. No es necesario que usen lentes siempre que salgan a la calle, pero sí es conveniente que lo hagan cuando vayan a la playa o a la montaña, o cuando practiquen deportes al aire libre. En los primeros meses de vida, cuando van en el carro, con un gorrito será suficiente, además de aplicarle la crema protectora.

En definitiva, los especialistas señalan que es muy importante cuidar la vista de los más pequeños desde su nacimiento porque se trata de un sentido fundamental para ellos en los primeros meses de vida, pero también en el futuro, para evitar enfermedades.