El sedentarismo se está extendiendo entre los niños de todo el mundo y se agrava con el paso de los años. Esta inactividad se produce por el tipo de vida al que están expuestos los menores de 17 años, que provocan el incremento de trastornos como la obesidad infantil.

En la actualidad, se estima que 42 millones de niños padecen sobrepeso en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que lo cataloga como "uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI".

Los expertos señalan como causas de este problema a las comodidades de la vida moderna como ir en coche a todos lados o pasar demasiado tiempo en casa en lugar de jugar en la calle.

Existe una marcada reducción del tiempo que los niños y adolescentes dedican a hacer ejercicio físico, que comienza a acentuarse a partir de los siete años, según un estudio publicado por el British Journal of  Sports. Por ello, la OMS recomienda que los niños y adolescentes entre 5 y 17 años realicen "como mínimo 60 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada a vigorosa".

Este ejercicio debe ser, en su mayoría, aeróbico pero, también conviene incorporar, como mínimo, tres veces por semana actividades que refuercen los músculos y los huesos.

Andar en bicicleta o los juegos en parques infantiles forman parte de los ejercicios a los que se refiere la OMS, además de los deportes tradicionales. Correr o el tenis son muy importantes para mejorar la capacidad aeróbica.

Para fortalecer los músculos, la gimnasia será la mejor herramienta, mientras que saltar o correr les ayudará a los peques a tener unos huesos fuertes y sanos.

El ejercicio físico en los niños es muy importante para prevenir enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial, la obesidad  y la aparición a la larga de algunos tipos de cáncer como el de colon, mama, próstata o pulmón.

Desde la OMS recuerdan que "cualquier actividad inferior a los niveles recomendados será más beneficiosa que no hacer nada en absoluto". ¡Anima a tu hijo a moverse!