El estudio, realizado a 2.600 niños en edad escolar, explica que la exposición a un menor grado de contaminación dentro y en los alrededor de las escuelas mejora el desarrollo cerebral de los menores.

La investigación, dirigida por el investigador del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) Jordi Sunyer, y en la que han colaborado investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, pretendía determinar hasta qué punto las partículas ultrafinas del tráfico rodado influyen en el desarrollo congnitivo de los niños.

Para demostrarlo, analizaron la cantidad y composición de la contaminación en las aulas y patios de 39 centros escolares de Barcelona y Sant Cugat.

"Sabemos que la contaminación ambiental tiene consecuencias directas sobre la salud como las enfermedades respiratorias y cardiovasculares, porque algunas partículas son tan finas que no pueden ser filtradas por el pulmón y entran en el torrente sanguíneo y, desde ahí, llegan a los órganos como el cerebro", explica el investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC y coautor del estudio, Xavier Querol.

Durante el trabajo, los investigadores midieron la concentración de partículas ultrafinas (menores a 0,1 micras) y de partículas finas (inferiores a 2,5 micras) y calcularon los niveles de carbono negro y los óxidos de nitrógeno (prácticamente atribuido al diesel en zonas urbanas).

Con estos datos, confeccionaron 'mapas de contaminantes' que se relacionaron con la proporción 'verde' de cada área escolar (el porcentaje de área arbolada), obtenida mediante análisis de imágenes de satélite.

Así, el estudio concluye que cuanto mayor es la proporción de zona verde en y alrededor de la escuela, mejor es el desarrollo cerebral del niño, algo que está directamente relacionado con el grado de contaminación del centro.

Este trabajo demuestra además que las administraciones deberían tener en cuenta la calidad del aire de las distintas zonas antes de escoger la ubicación de colegios, centros de atención primaria, hospitales, geríatricos, etc”, sostiene el investigador.