El experto explica que cuando los niños, todavía se encuentran en plen crecimiento y desarrollo, pueden presentar lesiones específicas diferentes a los adultos como el cartílago de crecimiento, que puede sufrir fracturas que afecten al desarrollo del hueso provocando acortamientos o angulaciones indeseadas. 

Si siempre practican el mismo deporte pueden sufrir lesiones por microtraumatismo o por sobrecarga así como lesiones en los ligamentos de la rodilla, similares a las que se ven en adultos, y que hacen que tengan que ser operados a edades tempranas para devolverles la estabilidad a las rodillas.

Este experto explica que el cuerpo de los niños no tolera bien el hecho de que los pequeños realicen los mismos gestos todo el tiempo.

Por todo ello es fundamental que los niños aprendan distintos deportes o actividades físicas hasta los 14 o los 15 años, edad con la que ya se podrán especilaizar en alguna actividad  física. 

El problema es que muchas veces los padres y los entrenadores intentan que los niños se especialicen, precozmente, en un deporte concreto, pero los estudios científicos y las estadísticas demuestran que eso no hace que vayan a ser más exitosos en el futuro y, de hecho, parece que aumenta el riesgo de que abandonen el deporte.

Otro factor de riesgo importante es la tendencia que tienen los pequeños a imitar a los mayores en cuanto a la vestimenta y equipamiento como, por ejemplo, el calzado típico del futbol. 

Este clazado aumenta el riesgo de lesión de rodilla, algo que no sucede en los adultos porque tienen más fuerza en la musculatura estabilizadora y compensan esta situación. 

Sin embargo, los niños aún no tienen fuerza suficiente y el riesgo no compensa el beneficio, por lo que para jugar en superficies como la hierba artificial es mejor usar botas de multitaco corto, aunque no sean las que emplean sus ídolos y promocionan las marcas.

A la hora de practicar un deporte con regularidad es importante poner a los niños en manos de entrenadores capacitados y que conozcan las medidas preventivas que se pueden utilizar.

También es muy recomendable un calentamiento adecuado para prevenir riesgos. 

Un programa de calentamiento adecuado puede reducir hasta en un 60% los riesgos de lesiones de rodilla y de tobillo en niños además es muy importante que los padres eviten presionar a los niños y a sus entrenadores.