• Juegos de puzles. La famosa ‘sopa de letras’, los rompecabezas o los mismos puzles, ayudarán a tus hijos a mantener de una forma dinámica y divertida la concentración hasta terminarlo.
  • Juegos de memoria. ‘Quién es quién’ o ‘Encuentra la pareja’ ayudarán a tus hijos a retener en su cabeza las pistas que les das para adivinar lo que tienes.
  • Juegos de estrategia. El ajedrez es uno de los juegos que más ayuda a los niños con déficit de atención. Los beneficios que tiene son la mejora de atención, el control de la hiperactividad, mejora en el cálculo y en las relaciones sociales.
  • Juegos de arcade. Encontrar la salida del laberinto es también una forma de hacer que tus hijos se concentren y se motiven para que lleguen al final.
  • Juegos de construcción. Este tipo de juegos son muy beneficiosos para trabajar el control de los impulsos porque hay que seguir una serie de instrucciones para conseguir completarlo.