Las leguminosas forman parte fundamental de la dieta mediterránea, que tantos beneficios aportan a los peques. Las legumbres son ricas en proteínas vegetales, aminoácidos y otros nutrientes esenciales en la dieta, según afirma Alfonso Clemente, presidente de la Asociación Española de Leguminosas.

Sin embargo, su consumo ha descendido en las últimas décadas "de 9 kilos a los 3,1, que se consumen ahora por persona". Esto supone un problema para las generaciones futuras puesto que no estamos inculcando con el ejemplo a los peques la necesidad de las legumbres para su alimentación. 

"Actualmente, en España se consume 1,4 raciones por persona y semana, lo que está por debajo de las recomendaciones de las distintas agencias de Nutrición y Salud que aconsejan un consumo de 3 raciones por semana, que son las que están asociadas a propiedades beneficiosas en salud cardiovascular", ha señalado Clemente.

Pero no solo ayudan a la salud cardiovascular, sino que aportan beneficios importantes para el control de peso y la prevención de la obesidad, la diabetes y la salud gastrointestinal.

1. Salud cardiovascular. Se ha demostrado que la ingesta de legumbres reduce la presión sanguínea, los tejidos adiposos y el colesterol y los triglicéridos, por lo que previene este tipo de enfermedades cada vez más presentes en niños.

2. Obesidad. Las legumbres incrementan el periodo de saciedad y regula las hormonas digestivas, lo que ayuda a controlar el peso.

3. Diabetes. Debido a su alto contenido en carbohidratos de digestión lenta como la fibra soluble o el almidón, los pacientes diabéticos pueden tomarlas para reducir el índice glucémico.

4. Salud digestiva. Su alto contenido en bífidus hace que mejore la salud digestiva de los peques, a lo que contribuye también la fibra insoluble.

Pero además de estos nutrientes, también son ricas en vitamina B y algunos minerales como el hierro, el zinc o el calcio. Por todo esto, las legumbres son un superalimento que además tienen la denominación de origen en nuestro país.