Sudáfrica ya ha puesto en marcha un plan estratégico con el que pretende fijar un impuesto a las bebidas azucaradas para reducir su consumo excesivo y prevenir y controlar la obesidad para 2020.

El país cuenta con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde el representante sudafricano Rufaro Chatora, ha planteado, en una audiencia parlamentaria para debatir este impuesto, la experiencia positiva en otros países.

"La OMS está dispuesta a apoyar a Sudáfrica, así como a otros países para proteger la salud de sus ciudadanos y ofrecer medidas eficaces para promover la salud de toda su población, sin importar su edad, género o antecedentes", ha señalado el experto.

Chatora ha resaltado la eficacia de estas políticas para reducir el consumo de azúcar por parte de la población a la vez que se recaudan más ingresos que se podrán utilizar para combatir la diabetes, la obesidad y otras enfermedades no transmisibles.

Además de los impuestos, también implantarán la obligación de incluir el contenido nutricional de los alimentos en el etiquetado, restringir el consumo en los niños y poner en marcha medidas para fomentar el consumo de frutas y verduras y la actividad física.

De esta forma, Sudáfrica se une al objetivo del resto de estados miembros de la OMS para reducir las muertes prematuras por enfermedades no transmisibles en un 25% para el año 2025 y en un tercio para 2030, dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.