El mango es una fruta tropical que puede aportar una gran fuente de nutrientes a los más peques de la casa. Una pieza contiene más de 20 tipos diferentes de vitaminas y minerales y es libre en grasas, sodio y colesterol.

Pero no solo eso, sino que, una taza de este futa cortada en trocitos de, alrededor, 165 gramos, solo tiene 100 calorías y les aportara el 100% de cantidad diaria recomendada de vitamina C, el 35% de vitaminas A y el 12% de fibra, según datos de la National Mango Board (NMB).

Esta "superfruta" fue cultivada por primera vez en la India hace más de 5.000 años y llegó a América alrededor del año 300-400 de nuestra era. En la actualidad, está disponible durante todo el año en todas las partes del mundo.

El mango también previene la pérdida de las bacterias beneficiosas en el intestino, según ha demostrado un estudio de la Universidad Estatal de Oklahoma (OSU). Esta pérdida de flora suele estar relacionada con una diete alta en grasas que pueden provocar obesidad o diabetes tipo 2 en los peques.

Además, este estudio también ha revelado que la pulpa del el mango puede ser útil para reducir la glucosa (azúcar) en la sangre.

Por tanto, esta fruta aporta fibra dietética, vitamina C, magnesio y potasio y reduce la presencia de la proteína C reactiva, relacionada con problemas cardiovasculares

Si los peques comen esta fruta, ingerirán menos grasas que aquellos que no las comen y les ayudarán a crecer fuertes y sanos.