En los campamentos se está empezando a echar de menos un personal cualificado y formado en protocolos de actuación contra esos problemas, en caso de la anafilaxia o adrenalina en el botiquín.

La investigación se ha llevado a cabo tras el análisis de 30 páginas web de campamentos realizado por SEICAP, por el que se pudo comprobar que solo el 23% disponía de servicio de enfermería y una quinta parte de estos contaba con una enfermera.

En el caso de las alergias alimentarias, una de las más comunes en los campamentos, se explica que en la mayoría de estos no tenían disponible autoinyectores de adrenalina para los niños que sufrían problemas de este tipo, incluso más de la mitad no llevaron al chico a casa, según otro estudio publicado en 'The Journal of Allergy and Clinical Immunology'.

Es imprescindible contar con protocolos de prevención, para evitar accidentes, y con dos autoinyectores de adrenalina en los botiquines, para usarlos en cualquier emergencia, según los expertos.

Además, la SEICAP subvenciona cada año campamentos y colonias educativas para niños asmáticos y con alergias alimentarias entre los 8 y los 14 años donde el cumplimiento de las normas es fundamental.