Dos de cada cuatro niños padece obesidad en nuestro país debido a una alimentación desequilibrada, la falta de ejercicio o a factores genéticos. Por ello, la Comunidad de Madrid va a llevar a cabo un estudio sobre este trastorno para conocer cómo afecta a los peques y poder desarrollar estrategias de prevención y tratamientos eficientes.

Para ello, en el estudio participaran unos 300 niños de entre 6 y 7 años de unos seis colegios diferentes de la capital, que serán divididos en dos grupos: uno de control y otros de seguimiento. A estos, se les tomará su perfil genético y se les aplicará las denominadas "acciones de salud".

Los investigadores quieren evaluar el estado nutricional de los alumnos e incluir determinaciones genéticas a través de una muestra de saliva, con la que realizarán una evaluación inicial. 

"El objetivo del estudio es identificar en niños de primero y segundo de primaria su propensión genética a la obesidad", ha explicado Guillermo Reglero, director del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados en Alimentación (Imdea-Alimentación), adscrito a la Consejería de Educación.

El seguimiento se realizará durante cinco años, hasta que "los alumnos hayan concluido la etapa de Educación Primaria". Tras el primer control, se realizará otro un año más tarde, y otro en el quinto año "para observar a medio plazo cual es el efecto de la implantación" de medidas de educación nutricional.

También, se les facilitará a los padres un folleto con consejos nutricionales y estilos de vida para que se "ejerzan esas acciones de salud dentro del hogar". Pero también se harán recomendaciones en los colegios, que se podrán aplicar en los comedores escolares.

"Mediante una sensibilización correcta de padres y educadores se puede conseguir en gran medida combatir la obesidad infantil, incluso para niños que son propensos a la obesidad", ha sostenido Reglero.