El consumo de dietas vegetarianas o venganas es una tendencia cada vez más creciente en nuestro país, y cada vez son más las familias que la adoptan lo que obliga a los pediatras y médicos de cabecera a familiarizarse con este tipo de alimentación.

Pero en el caso de los más pequeños de la casa hay que tener cuidado y planificar bien esta dieta puesto que puede tener consecuencias negativas en ellos y afectar en su desarrollo. Así lo ha alertado la Asociación Española de Pediatría y Atención Primaria (AEPap).

"El tiempo e información a las familias son dos aspectos necesarios para contribuir a que los niños vegetarianos y veganos tengan todos los nutrientes necesarios para su crecimiento y normal desarrollo", ha señalado la doctora María Jesús Esparza en el seminario celebrado en Madrid 'Niños veganos, ¿niños sanos?'.

Pero, ¿cuál es la diferencia entre la dieta vegetariana y la vegana? La primera consiste en abstenerse de comer carne, pescado, marisco o cualquier producto elaborado con estos alimentos, pudiendo o no incluir en su dieta alimentos derivados de otros animales como huevos, lácteos o miel. Los veganos, por su parte, evitan comer todo tipo de alimento o derivado de origen animal.

Para que los niños no sufran problemas en el desarrollo, los especialistas recomiendan prestar atención a esta dieta en cada una de las diferentes edades.

Cundo son bebes, la lactancia materna es muy importante, por ello es necesario que la madre tome un suplemento regular de B12 y yodo. A partir de los 6-7 meses ya se puede remplazar la carne por productos como lentejas, garbanzos, guisantes o tofu.

Cuando el pequeño alcance los dos años de edad, su dieta debe parecerse al del resto de la familia, siempre teniendo en cuenta la edad, los niveles de actividad física o sus características personales.

Los expertos recomiendan prestar atención a ciertos nutrientes como las proteínas, con alimentos como las legumbres, frutos secos y semillas; las grasas, con estos últimos más el aguacate y el aceite de oliva; el calcio, con verduras de hoja verde, tofu, leches, vegetales enriquecidos y legumbres; y vitamina B12 a través de un suplemento semanal, pues esta solo se encuentra de forma natural en los alimentos de origen animal.

Recuerda que los niños son una esponja y absorben lo que ven de sus padres y de su entorno. Por ello, debes inculcarles desde bien pequeños hábitos de vida saludable para un completo desarrollo.