El estudio se realiza con la finalidad de analizar la propensión a la obesidad atendiendo a los hábitos y la genética, y de diseñar estrategias de prevención y tratamiento de esta enfermedad, que afecta a dos de cada cuatro niños en España y cuya causa se asocia a una alimentación desequilibrada y el sedentarismo, junto a los factores genéticos.

De los 221 niños que participan en el estudio, el 20 por ciento tiene exceso de peso, según una de las primeras conclusiones del ensayo, que terminará en 2020 y se extenderá a un mayor número de alumnos y de centros docentes a partir del próximo curso dado sus "buenos" resultados.

La investigación comenzó en marzo con la recogida de datos de los alumnos y una valoración nutrigenética que incluye la medida de peso corporal, la presión arterial, el estado nutricional y los hábitos dietéticos y de salud.

Además, se les ha tomado una muestra de saliva con la que los especialistas de Imdea Alimentación, el instituto creado por la Comunidad de Madrid que lleva a cabo el estudio piloto, realicen el estudio genético.

Durante los siguientes cuatro años, se hará un seguimiento a los alumnos en el que se analizará cómo evolucionan todos estos parámetros en relación con sus hábitos y su genética.

Además,los profesores, padres y alumnos de los colegiosestudiados reciben guías de alimentación saludable, charlas y jornadas con pautas para la mejora de los hábitos alimentarios.

De esta manera se podrá comparar cómo evolucionan los alumnos, tanto en función de su genética como de la información nutricional recibida.