La dieta mediterránea tiene multitud de beneficios ya que puede evitar la obesidad y las enfermedades cardiovasculares, es una gran alidada de la diabetes, evita el envejecimiento prematuro de las células, y puede ayudar a prevenir la aparición de algunos tipos de cáncer. 

Los alimentos de la dieta mediterránea que debemos tomar a diario son: cereales como pan, arroz o pasta; 5 o 6 piezas de frutas y verduras alternadas, beber al menos un litro de agua al día, un vaso de leche o dos yogures diarios o una cucharada de aceite de oliva.

En esta dieta mediterránea es fundamental, además, otra serie de productos que se deben consumir, al menos, una o dos veces a la semana. Es el caso de pescado, carne, huevos, legumbres y patatas.

Por último, también existen una serie de productos como azúcar, caramelos, pasteles, bollería o zumos y refrescos azucarados que se es aconsejable que se consuman solo en determinadas ocasiones.