La hija mayor, Victoria, no come pescado excepto el salmón, ya que es el único que le gusta.

Por su parte, Carolina, como de todo, sobre todo fruta, pero no soporta la pera.

Mientra tanto, el pequeño de la casa, Beltrán, le aburre comer y todo se le hace "bola".

Pero mediante un receta divertida, Roberto ha cumplido el reto: a los hermanos Toronell les ha gustado la pera.