Si nos acostumbramos a comer juntos y sentados alrededor de una mesa comeremos mejor. Y si además le damos la importancia que tiene a dormir un mínimo de horas, nuestro cuerpo tendrá un peso más saludable. Éstas son algunas de las claves para conseguir una buena salud para nuestros hijos.

Asimismo, algunos estudios indican que si además incorporamos a nuestra rutina diaria una dieta sana y algo de ejercicio podremos reducir el riesgo de obesidad infantil hasta en un 40%.