El color de la cáscara depende de factores genéticos y viene determinado por la raza a la que pertenezca la gallina. Pero en general, ambos tipos poseen las mismas cualidades nutricionales.

Los huevos, en gran parte, están formados por agua que con el tiempo se evapora a través de la cáscara, haciendo que pierda en calidad.

Por este motivo, para comprobar si un huevo es fresco, hay que sumergirlo en agua. Cuanto más flote, menos fresco es. Y si sube hasta la superficie, mejor no consumirlo.