El ballet es muy bueno para fomentar el ritmo y la musicalidad.

Además, el ballet mejora la autoestima y reduce los síntomas de estrés o ansiedad, aumentando la confianza del niño en sí mismo.

Los expertos animan a parcticarlo ya que el ballet contribuye a corregir malas posturas y ayuda a que los niños ganen elasticidad.

Por otro lado, ayuda al desarrollo de la psicomotricidad, la agilidad y la coordinación de los movimientos.