El balance de la campaña, iniciada en 2006, ha sido presentado por la consejera de Política Social, Igualdad, Deporte y Juventud del Gobierno de Navarra, Elena Torres, el director general de Recursos Educativos, Iñigo Huarte, la directora general de Salud, Cristina Ibarrola, y el director del Centro de Estudios, Investigación y Medicina del Deporte, Esteban Gorostiaga.

Campaña preventiva de obesidad infantil en Pamplona

En la Comunidad foral, el porcentaje de obesidad infantil y juvenil se sitúa en un 7,9%. Según los datos aportados por Cristina Ibarrola sobre un estudio realizado por la dirección de Atención Primaria de Navarra sobre el estado de nutrición infantil, de 73.490 registros llevados a cabo en la población infantil y juvenil, un 70,1% presenta rangos normales; un 21%, sobrepeso; un 7,9, obesidad; y un 1%, delgadez.

En España, ha indicado Ibarrola, los datos son "preocupantes" en cuanto a la evolución, con un 6% de obesidad en 1984 y un 14% en el año 2000.

En su intervención, Torres ha destacado este martes la "eficacia" de la campaña, que se basa en el ejercicio y la alimentación adecuada. La iniciativa, según la consejera, ha demostrado ser "una herramienta eficaz" para reducir los índices de sobrepeso entre los niños.

Así, resultado de las actuaciones realizadas entre 2006 y 2011 en cuatro centros escolares piloto (Colegio Público Iturrama, Lorenzo Goicoa de Villava, San Ignacio, y Ursulinas) se advierte que los 195 escolares de Primaria que toman parte en ella son más delgados que la media de niños navarros de su edad.

En concreto, el porcentaje del alumnado con obesidad o sobrepeso era del 42% cuando tenían 6 años, y descendió al 25% cuando cumplieron los 12. Por el contrario, en el conjunto de los niños navarros de esas edades que no participan en la campaña, el índice de sobrepeso era del 32% cuando tenían 6 años, y del 36 cuando tenían 12.

Al programa se han sumado desde hace cuatro años, y durante uno o dos cursos escolares, otros 18 colegios públicos y 8 centros concertados de Navarra.  Así que un total de 1.646 niños se han beneficiado ya del programa de prevención de la obesidad infantil.


IMPLICACIÓN DE PADRES Y PROFESORES
Esta iniciativa ha trabajado a lo largo de estos años dos objetivos fundamentales. El primero consistía en implicar a los padres, profesores y a los propios niños en la prevención, como mejor tratamiento contra la obesidad.

Para ello, se les facilitó a los alumnos las recomendaciones sobre una alimentación saludable y sobre la necesidad de realizar más ejercicio físico. Se midió y pesó a los niños dos veces al año; se hizo rellenar a los padres dos encuestas de hábitos saludables; se controlaron los menús escolares; y se impartieron charlas a padres, profesores y personal de comedores.

Sello | Objetivo Bienestar Junior

Por último, se elaboraron unas guías prácticas y cuentos en español, euskera e inglés que padres y docentes utilizaron como material didáctico en la enseñanza Primaria.

El segundo objetivo fue reducir los factores de riesgo en la niñez a través de la correcta alimentación y del ejercicio físico. En los centros piloto, la campaña con los niños se mantuvo a lo largo de toda la educación Primaria, entre los 6 y los 12 años.

La metodología ha buscado involucrar la participación activa del alumnado, buscando que siga involucrándose en la conservación de hábitos saludables a lo largo de los años. Se trataba de que fueran ellos quienes tomasen las decisiones y asumieran responsabilidades con la colaboración e implicación de las familias y los centros.