Un total de 321 personas han perdido la vida en las carreteras españolas durante julio y agosto, 41 menos que en 2010. Un dato que convierte este verano en el de menor siniestralidad de los últimos 50 años.

Son menos víctimas, pero siguen siendo demasiadas.  Por eso seguiremos trabajando todos juntos. Estamos en el buen camino.