> No se debe adelantar a otro vehículo cuando viene un ciclista de frente, aunque venga por su arcén y “haya sitio de sobra”: es la circunstancia más peligrosa..

> No tocar el claxon para avisar a un ciclista de que se le va a adelantar; en lugar de advertirle, se le asusta.

> Al adelantar a un ciclista, se puede invadir el carril contrario, aunque haya línea continua, si no hay peligro.

> En las rotondas, un grupo de ciclistas se considera una unidad; cuando llega el primero hay que ceder el paso hasta que cruce el último

> Al adelantar a un ciclista hay que hacerlo como si fuera un tractor lento: pasando al otro carril y dejando mucho margen (más de metro y medio).

> No solo es importante la distancia lateral, también la velocidad, pues puede generar un rebufo muy peligroso que tire al ciclista. Hay que aminorar la marcha. El ciclista puede hacer una ‘ese’ pronunciada en cualquier momento, por el cansancio y la escasa inercia.