El análisis llevado a cabo por el Centro de Estudios Ponle Freno-AXA confirma que la lluvia es un factor que aumenta, de forma general, los accidentes de tráfico en España. En concreto, la media diaria de siniestros se incrementa un 7,4% cuando llueve.

No obstante, el informe constata que el comportamiento de la siniestralidad es muy desigual entre las diferentes provincias españolas. En este sentido, hay provincias como Teruel y Zaragoza que casi multiplican por cuatro ese porcentaje, superando el 27% de incremento de accidentes respecto a los días sin lluvia (menos de 15mm por hora).

En el polo opuesto encontramos a Salamanca y Cuenca, provincias en las que se observa una reducción de los accidentes de tráfico los días de lluvia del 5,2% y 8.9% respectivamente. También Ceuta registra un comportamiento mejor los días de lluvia, con un ligero descenso del 3% frente a los días con lluvias superiores a los 15mm por hora.

Una vez constatado el comportamiento tan dispar entre provincias en relación al impacto de la lluvia en los accidentes de tráfico, el Centro de Estudios Ponle Freno AXA analizó si existía una relación entre la frecuencia de días con lluvia y el comportamiento de la siniestralidad.

Para ello, en primer lugar se analizó por provincias los días que se registraron precipitaciones iguales o superiores a los 15mm por hora. En este sentido, se ha observado que la media nacional es del 9,2%, es decir, de 34 días al año.

No obstante y al igual que ocurre con los accidentes, el porcentaje es muy diferente entre las diferentes provincias españolas. Así, mientras que en Navarra, Cantabria, A Coruña o Asturias se registran valores que duplican la media (por encima del 18%); encontramos provincias como Ceuta, Melilla, Almería o Valladolid en las que los días con lluvia (15mm por hora) no llegan al 3%, es decir, apenas 10 días al año.

Una vez que conocemos los porcentajes de días con lluvia por provincias podemos analizar si hay relación con los accidentes de tráfico. En este sentido, se observa que, en líneas generales, hay una relación inversamente proporcional entre la frecuencia de la lluvia y el incremento de los accidentes de tráfico.

Almería, por ejemplo, ocupa los últimos puestos en días de lluvia, con el 2,2% y los primeros en incremento de accidentes de tráfico cuando llueve, con el 18%.

En el polo opuesto nos encontramos a Navarra o Cantabria, con porcentajes del 19% de días con lluvia y de tan solo el 3% en el incremento de accidentes de tráfico.

Por tanto, y en líneas generales y con algunas excepciones, se observa que cuantos más días de lluvia recibe una provincia menos impacto tiene en el aumento de los accidentes de tráfico.

Esta tendencia pone de manifiesto que la experiencia y el comportamiento del conductor en lluvia, unido al cuidado del vehículo (neumáticos, frenos, parabrisas…) y una mayor preparación de las infraestructuras en las provincias con elevada frecuencia de lluvias son, muy probablemente, los tres factores que más inciden en que la presencia de la lluvia incremente, en mayor o menor medida, los accidentes de tráfico en las provincias españolas.