Llegan las vacaciones y lo que apetece es coger el coche y salir de viaje. Normalmente, preparamos todo y cuidamos hasta los más pequeños detalles: ruta, coche, mantenimiento, alojamiento, etc. Pero solemos olvidar aspectos fundamentales para viajar seguros.

La distribución del equipaje y del peso

Un coche cargado o con la carga mal colocada aumenta las posibilidades de sufrir una accidente. Hay que colocar los bultos más voluminosos y pesados abajo y centrados.

Los bultos deben estar bien colocados y compensados. No hay que dejar nada sobre la bandeja trasera, porque en caso de frenada de emergencia cualquier objeto se convertirá en un proyectil. Un truco, si viajamos con las plazas traseras libres, está bien abrochar los cinturones de seguridad, así evitaremos que la carga del maletero se desplace hacia delante y mueva los asientos traseros.

Otra de las recomendaciones es no llevar mucha ropa de abrigo. Así, si tenemos una colisión no se producirá lo que se conoce como efecto submarino. Porque al estar bien sujetos no nos deslizaremos.

El cinturón de seguridad

Es fundamental colocar correctamente el cinturón de seguridad. La parte superior debe apoyar en el esternón y la inferior debe recorrer la cintura.

Nuestra postura al conducir

Para minimizar todo riesgo en caso de impacto es muy importante la postura del asiento. Primero debemos ponerlo en posición baja y luego lo adaptaremos a nuestra altura. No hay que olvidar que la espalda siempre debe estar bien pegada al respaldo.

Para comprobar si la distancia al volante es correcta tenemos que colocar las muñecas en la parte superior del volante.

Por último, ajustaremos el reposacabezas, posicionándolo a la altura de nuestra cabeza.

También es importante que coloquemos los espejos retrovisores, para minimizar los ángulos muertos.

Todo esto no sirve de nada si en pleno de viaje empieza a llover y se nos empañan los cristales. Para desempañarlos hay que poner el aire acondicionado y el aire dirigido a los cristales.

Recuerda que es fundamental hacer una pausa cada dos horas para reducir la fatiga.

Ahora, con la lección bien aprendida ya podemos disfrutar de nuestro viaje y nuestras vacaciones ¡Feliz Semana Santa!