No hay una respuesta única. Ni sí, ni no. Pero los médicos advierten de posibles riesgos.

Los expertos no concretan una semana de gestación a partir de la cual no se puede conducir. Lo fundamental es que la mujer embarazada se sienta cómoda haciéndolo y siga unos estos consejos de seguridad vial:

- No conduzcas ni mucho tiempo ni distancias muy largas

- Si se puede elegir, mejor ser pasajera que conductora

- Si vas de pasajera no desactives el airbag porque si te protege a ti, también protegerá al bebé.

- A partir de la semana 20, el cinturón de seguridad normal de los coches debe pasar por debajo de tu abdomen, es decir que esté colocado lo más bajo posible, sobre el pubis.

- Mantén una separación del volante, de al menos 25 centímetros, respecto de la tripa.

- Levantar el volante para que no este a la altura del abdomen.

- Evita el asiento en ángulo recto, mejor que esté inclinado hacia atrás.

La progesterona, hormona importante del embarazo, es la responsable del aumento de la somnolencia. Pero si además se toma como suplemento aumentará esa sensación.

Otra medicación muy utilizada, como el cariban, que se receta para evitar las náuseas del embarazo también produce somnolencia, al igual que la alfa metil dopa (aldomet®), que se prescribe a las gestantes con hipertensión.

No existe evidencia de que las variaciones en el estado de ánimo de la embarazada influyan en la seguridad vial.

Con la progresiva incorporación de las mujeres al trabajo, conducen cada vez más tiempo, durante distancias más largas, porque las ciudades se han expandido y hasta edades gestacionales más avanzadas.

La incidencia de accidentes de trafico severo en la gestante gira en torno al tres por mil y la primera causa de que una mujer tenga un accidente grave con consecuencias para su bebé es no llevar cinturón de seguridad.