Aunque en general se pone el acento en el comportamiento de los conductores, los peatones representan, sin embargo, un colectivo especialmente vulnerable.  Las consecuencias de los accidentes suelen ser distintas en función de la vía.

En el año 2011 -último ejercicio para el que hay cifras de víctimas dentro de ciudad-, 222 peatones murieron, 1.616 resultaron heridos graves y 8.400 heridos leves en accidente dentro de ciudad. En carreteras, 158 peatones perdieron la vida en atropellos, 300 resultaron heridos graves y 549 heridos leves.

El estudio 'Atropello de peatones en carretera', que el RACE y Goodyar han presentado este martes coincidiendo con el arranque del puente de mayo, en el que están previstos seis millones de desplazamientos en carreteras, destaca que en  carretera el número de atropellos es mucho menor en comparación a los producidos dentro de núcleos de población, pero el número de fallecidos no guarda la misma proporción. De hecho, la "letalidad" de los atropellos a peatones en carretera, es cuatro veces superior al de un accidente en motocicleta, y siete veces superior al de un accidente de turismo.

Esto es debido a la velocidad a la que circulan los vehículos en carretera y a la absoluta falta de protección que tienen los peatones cuando son arrollados por ellos. De acuerdo al trabajo, a una velocidad de 50 km/h la probabilidad de perder la vida por atropello es del 70 por ciento, a más de 60 Km/h, se eleva al 95 por ciento, y a más de 70 Km/h es ya muy complicado poder garantizar la vida.

La mayoría de atropellos mortales suceden cuando el peatón se encuentra cruzando la carretera, seguido de aquellos que caminan por la calzada en el sentido de la marcha de los vehículos, y de los que reparaban su coche en carretera. Además, estos últimos son los que presentan una mayor gravedad, ya que en cuatro de cada diez casos la víctima fallece.

El perfil del fallecido por atropello en carretera es el de, un varón, mayor de 64 años, que sufre el accidente al cruzar la carretera o reparando su vehículo, de noche, y en una carretera convencional que se encuentra sin iluminar.
Las mayoría de fallecidos por atropello se producen en carretera convencional, aunque el informe destaca que, pese a que la circulación de peatones está prohibida en autopista y muy limitada en autovía, hay un 10 por ciento de atropellos que suceden en estas vías, mayoritariamente al bajarse del vehículo ante una incidencia.

Por ello, el RACE y Goodyear recomienda evitar pararse en la carretera por avería, mantener el vehículo en perfecto estado y realizar un buen mantenimiento de los neumáticos, así como llevar siempre chalecos reflectantes o evitar movimientos bruscos y reacciones no previsibles, entre otros consejos.

Por provincias, el mayor número de fallecidos se produce en La Coruña (14), seguida de Madrid y Valencia (12 en ambas). Pero atendiendo al número de fallecidos por millón de habitantes, Teruel, Zaragoza, La Coruña y Lugo presentan los mayores índices de riesgo de fallecer por esta causa.

El estudio concluye afirmando que si se consiguiera evitar los atropellos en carretera, se salvarían cuatro de cada diez personas que mueren atropelladas en el país.


Un vídeo recrea el atropello más grave
En paralelo al informe, y con el objetivo de concienciar sobre este problema se ha desarrollado un simulacro de atropello real con especialistas recreando el escenario de accidente de tráfico más severo en el que puede verse involucrado un usuario: el atropello en carretera mientras la víctima se encuentra reparando su vehículo.

Se ha realizado a una velocidad de 40 Km/h, puesto que puede verse reflejada la alta severidad del accidente por atropello, aun cuando la probabilidad de fallecer continúa siendo teóricamente baja, concienciando al usuario de que, aunque el vehículo pueda percatarse de la existencia de un peatón y conseguir decelerar hasta los 40 Km/h, la gravedad de las lesiones puede ser muy alta.