Un siete, un ocho, un siete. Casi un notable. Ésa es la nota media que consigue el carné por puntos entre los conductores españoles cinco años después de su implantación.

Las mujeres y los mayores de 55 años lo valoran aún mejor. Según una encuesta de la Confederación Nacional de Autoescuelas, seis de cada diez conductores creen que ha contribuido a mejorar la seguridad vial y a reducir las víctimas de tráfico.

Sin embargo, muchos reconocen que cumplen la norma sólo por miedo a las sanciones.

Las tres infracciones más comunes son el exceso de velocidad, utilizar teléfonos móviles y el consumo de alcohol.

El Parlamento Europeo quiere endurecer aún más la normativa y ha aprobado un informe que plantea rebajar a cero el límite de alcohol en sangre al volante.