La Dirección General de Tráfico (DGT) incrementa esta semana la vigilancia y controles en las carreteras secundarias, donde fallecieron el año pasado 964 personas, lo que representó siete de cada diez víctimas mortales, además de la mayoría de heridos que necesitaron hospitalización, 3.930 personas.

La nueva campaña de la DGT que comienza este lunes, y se prolonga hasta el domingo 29, incluirá una mayor presencia y controles de Guardia Civil en vías convencionales, con especial atención al exceso de velocidad, el consumo de alcohol y drogas al volante, el uso de cinturón de seguridad, casco, sillitas infantiles y la documentación en regla, como la ITV. La vigilancia desde el aire, se realizará a través de los helicópteros de Tráfico.

La vigilancia por tierra y aire se complementará con campañas en medios de comunicación con las que Tráfico pretende concienciar sobre los riesgos de no cumplir con las normas de circulación.

Algunos de los motivos que llevan a la DGT a realizar periódicamente campañas intensivas en las carreteras secundarias son, fundamentalmente, la elevada siniestralidad: de los 1.810 fallecidos en 2016, 964 personas perdieron la vida en estas vías que no están desdobladas y solamente cuentan con un carril en cada sentido.

De esos 964 muertos, 375 lo fueron en accidentes cuyo vehículo se salió de la vía; 241 en colisiones frontales y 87 al ser atropellados.

Tráfico recuerda que entre las actuaciones aprobadas y puestas en marcha para frenar la accidentalidad en las carreteras convencionales figuran la instalación de guías sonoras longitudinales para evitar colisiones y salidas de vía o cruces inteligentes que alertan con señales luminosas al conductor que se aproxima a un cruce con presencia de otros vehículos.

A estas iniciativas se suman los avisadores de velocidad o la instalación de equipos de señalización dinámica para ciclistas.