01/09/10.- Desde el pasado 1 de julio y hasta el 31 de agosto habían muerto en las carreteras españolas 364 personas, lo que supone un descenso del 4,21% respecto al verano de 2009, cuando hubo 380 víctimas mortales. Así lo ha anunciado el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, durante la presentación del balance de la Operación Verano 2010 desarrollada por la Dirección General de Tráfico.

Las cifras de siniestralidad de este verano, a día de hoy, son las más bajas desde 1962, cuando había en España dos millones de vehículos frente a los 30 millones de la actualidad y cuatro millones de conductores frente a los 25 millones de hoy. En concreto, en julio perdieron la vida en la carretera 176 personas, dos menos que en el mismo periodo de 2009, y en lo que va de agosto son 174 frente a las 202 del año pasado en todo ese mes.

Las cifras son positivas pese al aumento de la siniestralidad en algunos fines de semana concretos, como este último de agosto, en el que han muerto en la carretera 25 personas, dieciséis más que en el mismo periodo del año pasado.

Sin embargo, no ha sido el fin de semana más trágico del verano, ya que 26 personas fallecieron entre las tres de la tarde del viernes 6 de agosto y las cero horas del día 9, lo que convirtió esos días en los de mayor siniestralidad en lo que va de año.

Los datos son el reflejo de la mayor concienciación vial y el trabajo en común entre Administraciones, medios de comunicación y, como no, conductores.

Una de las causas más frecuentes en los accidentes con víctimas mortales ha sido la distracción del conductor, de ahí que Tráfico haya incidido en esta cuestión en los medios de comunicación. Hablar por el móvil, manipular el navegador o cambiar un CD al tiempo que se conduce entraña una distracción en la conducción, que en numerosas ocasiones desencadena un accidente.