En una de ellas, un grupo de amigos se lo pasa en grande cerrando el paso a los conductores. Cambian las vallas de sitio, desvían la circulación por donde les apetece y obstaculizan la vía pública con lo primero que pillan.
Las carreteras y las calles son con demasiada frecuencia objeto de bromas mortales, pero afortunadamente las gamberradas no siempre tienen resultados tan trágicos.
07/03/2011