A medianoche en una carretera secundaria si se produce un accidente la oscuridad no permite ver lo que ha sucedido. Un nuevo sistema simula varios aspersores que expulsan un reactivo quimioluminiscente. Gracias a él en apenas diez segundos la escena del siniestro queda iluminada.

Un ingeniero madrileño ha creado la patente por la que ya se han interesado cuatro marcas de automóviles. La misma señal del airbag activaría un depósito situado en la parte trasera del vehículo. El líquido no es tóxico ni inflamable y su efecto dura entre tres y ocho horas.

Otro invento de este ingeniero, interesado por los sistemas de seguridad del automóvil desde que trabajó como técnico del SUMMA, también ha ideado un asiento que facilitaría los rescates. El dispositivo sustituiría al chaleco rígido que se usa actualmente para inmovilizar a los heridos.

Cada año más de 1.000 personas sufren algún tipo de lesión medular en un accidente de tráfico. Un collarín, unas cinchas y un anclaje acoplados al asiento permitirán utilizar el respaldo como medio para transportar al herido, además su grosor permite acoplarlo a una camilla tradicional. Dos sistemas de rescate y un mismo objetivo: ganarle la carrera al reloj cuando es la vida lo que está en juego.