Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil intensifican durante estos días las pruebas de alcohol y drogas a los conductores, que realizarán en cualquier carretera y hora del día.

Esta campaña se enmarca dentro del calendario anual de acciones que la DGT realiza sobre seguridad vial. Se trata de una campaña ya tradicional de la DGT, que en los últimos años realizó entre 22.000 y 29.000 controles diarios y denunció a más de 2.000 conductores durante la semana prenavideña.

El objetivo principal es concienciar a los conductores de que, aunque se crean en pleno uso de sus facultades físicas y mentales, con la ingesta de alcohol se multiplica el riesgo de sufrir un accidente y aumentan la mortalidad, al ser un factor relacionado con un peor pronóstico en las lesiones sufridas.

En el año 2015, los análisis toxicológicos realizados a 638 conductores fallecidos en accidentes de tráfico revelaron que un 43,10% de ellos dieron positivo por alcohol, drogas o psicofármacos, porcentaje que aumenta al 46,37% entre los peatones.

Desde la implantación del carné por puntos, que ha cumplido 10 años el pasado 1 de julio, un 34% de las sanciones impuestas con pérdida de puntos lo han sido a conductores que circulaban con más del doble de la tasa de alcohol permitida.

UN 12% CONDUCE BAJO LOS EFECTOS DEL ALCOHOL O LAS DROGAS

12 de cada 100 conductores, que circulan por las carreteras españolas, se ponen al volante después de haber consumido bebidas alcohólicas o drogas ilegales, como cannabis o cocaína, según un reciente estudio publicado por la DGT (llamado EDAP’15) con pruebas realizadas en carreteras y ciudades a 2.744 conductores seleccionados aleatoriamente.

Las pruebas realizadas, y contrastadas en un laboratorio toxicológico, constataron que un 12% de los conductores presentaron consumos recientes de drogas y/o alcohol. En concreto, un 10% dio positivo por drogas con o sin alcohol, un 3% por alcohol (por encima de 0,05 miligramos por litro de aire) con o sin drogas, un 2% por alcohol y un 8% por drogas, de las cuales la más frecuente fue el cannabis, seguido de la cocaína.