El operativo de Tráfico se divide en tres fases. La primera de ellas corresponde al fin de semana de Navidad, del viernes 22 al lunes 25, con una previsión de 4.350.000 desplazamientos.

La segunda fase corresponde a fin de año y tendrá lugar desde el viernes 29 de diciembre hasta el 1 de enero de 2018, días en los que se desplazarán unos cuatro millones de vehículos.

La tercera y última fase es la de Reyes. Desde el viernes 5 de enero hasta las 24:00 horas del lunes 7 de enero se prevén 2.750.000 desplazamientos.

La DGT estima que, al ser un periodo tan largo, se producirán movimientos de vehículos tanto de corto como de largo recorrido, especialmente los fines de semana y festivos.

Los destinos principales serán lugares de segunda residencia, áreas o zonas de grandes centros comerciales, zonas de monaña y zonas de atracción turística invernal.

Las labores de la DGT para garantizar la seguridad se centrarán en intensificar la vigilancia en carreteras convencionles, sobre todo en aquellos tramos con más peligrosidad, la vigilancia del cumplimiento de las normas de circulación a pie de carretera y desde el aire con los ocho radares Pegasus.

Tráfico también incrementará los controles de alcohol y otras drogas en cualquier tipo de vía y a cualquier hora. También se instalarán carriles adicionales en las carreteras con más intensidad de circulación.

Otra de las medidas consistirá en la restricción de la circulación de camiones en determinadas horas y tramos.

Para llevar a cabo el despligue, la DGT contará con unos 6.000 agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y más de 800 funcionarios y personal técnico especializado para labores de supervisión, regulación e información en los distintos centros de Gestión de Tráfico.

El dispositivo tiene como objetivos principales facilitar la movilidad y fluidez del tráfico, así como velar por la seguridad vial en las carreteras, accesos a zonas turísticas y de montaña y a grandes núcleos urbanos, donde se prevén la mayoría de los desplazamientos.