En muchos casos, las personas que presentan estos síntomas no están enfermas de cáncer. Aún así, la presencia de cualquiera de estos signos de alarma es una indicación de que se debe consultar con un médico para determinar la causa y tratar la infección.

Para prevenir el cáncer colorrectal, podemos evitar los factores de riesgo incorporando en nuestro día a día hábitos o conductas saludables, como consumir una variedad de frutas, verduras y cereales integrales, moderar el consumo de alcohol, dejar de fumar, realizar ejercicio diario y mantener un peso saludable.

Los principales síntomas del cáncer colorrectal son los cambios en los hábitos intestinales, como diarrea, estreñimiento o estrechamiento de las heces, que duren por varios días; Sensación de querer evacuar, que no se alivia al hacerlo; Sangrado rectal; Heces oscuras o sangre en las heces; Calambres o dolor abdominal; Debilidad y fatiga o pérdida de peso no intencionada.

El cáncer de colon se ve reflejado en estos síntomas cuando ya se ha propagado. Por este motivo, lo mejor es someterse a programas de cribado de detección precoz, porque de esta forma se disminuye la mortalidad a corto plazo entre un 30% y un 35%. En España, esto equivale a salvar unas 4.000 vidas.

Los últimos datos proporcionados por la Red De cribados de Cáncer, correspondientes a 2017, -anteriores a la pandemia-, desvelan que estos programas de cribado de cáncer colorrectal cubren el 44,5% de los 12 millones de personas en edad de riesgo (entre 50 y 69 años). Además, según asegura la AECC, su implantación ha sido desigual por parte de las diferentes Comunidades Autónomas y se han generado inequidades.