El cáncer de mama se puede prevenir si se siguen unos hábitos saludables y se detecta a tiempo.

Seguir una alimentación variada y equilibrada rica en frutas y fibra es importante. Otra de las recomendaciones de los expertos consiste en prolongar la lactancia materna todo lo posible, al menos 6 meses. También es aconsejable realizar ejercicio de forma habitual y evitar el consumo de alcohol y tabaco.

Si mantenemos un peso saludable y evitamos la obesidad y el sobrepeso tendremos menos probabilidades de sufrir un cáncer de mama.

Además, es fundamental pasar la revisiones periódicas y contarle al médico si tenemos antecedentes familiares.

Al cumplir los 50 años es recomendable participar en programas de cribado con mamografías periódicas.