Este descubrimiento es un principio de incertidumbre de Heisenberg, ganador del Nobel de Física en 1932, y la dualidad onda corpúsculo de De Broglie, Nobel en 1929.

A esta escala se presenta la imposibilidad de conocer simultáneamente, con exactitud, la posición y la velocidad, sin afectar a la propia partícula.

Su importancia radica en la comprensión de aquello que no podemos ver y, por ende, en la mejora de la descripción y predicción del comportamiento del universo.

En contraposición a las carencias de la física o mecánica clásica, la cuántica ofrece una explicación a fenómenos como la difracción de electrones, por ejemplo.

Más información en el vídeo OGMIOS 2019, un marco del evento de divulgación científica organizado por la Ciutat de les Arts i les Ciènces y la Federación Valenciana de Divulgación Científica, explicado por Alberto Aparici, doctor en Física y divulgador científico de la Universidad de Valencia.