Jenner se interesó por la inoculación en 1976 al darse cuenta de la resistencia de algunas ordeñadoras de vacas frente al virus de la viruela.

Fue entonces cuando llegó a la conclusión de que estas mujeres, al estar en contacto directo con las vacas, solían infectarse del virus de la viruela vacuna, un tipo similar a la humana y que podría proporcionarles cierta inmunidad a contraerla.

Para comprobar su hipótesis, Jenner inyectó viruela vacuna en el brazo de un niño de ocho años. Siete semanas después, tras recuperarse de la infección, le inyectó viruela humana y, por suerte, no mostró ningún síntoma de estar infectado.

El descubrimiento de la vacuna, que recibió este nombre por el primer ensayo, consiguió erradicar la viruela del mundo en 1979.