En la playa de Torre del Mar izan la bandera de la cardioprotección y es que acaban de instalar 11 desfibriladores para la temporada estival. "No solamente tenemos una playa limpia, una playa bonita, sino que tenemos una playa protegida", explica Ana María Campo, concejala de prevención de riesgos.

Si una persona sufre un paro cardíaco, tendrá más de un 70% de probabilidades de sobrevivir.  "Es una ventaja importante y una seguridad, sobre todo, para el usuario", señala Jesús Carlos Pérez, teniente de alcalde y concejal de playas.

Los socorristas serán los encargados de intervenir en caso de emergencia siguiendo las instrucciones del desfibrilador. "La máquina, lógicamente, envía un impulso electromagnético que nosotros no podemos", explica Hugo García, coordinador de socorrismo.

La red de metro de Bilbao es otro modelo a seguir. Sus 41 estaciones están equipadas con desfibriladores inteligentes. "El único de España que tiene todas sus estaciones cardioprotegidas es el de Bilbao", asegura Javier Maeztu, responsable de B+Safe Zona Norte.

Aparatos fáciles de usar sin conocimientos sanitarios, que ya han logrado salvar la vida de un hombre que sufrió una parada cardíaca en el andén. "Esa sola noticia justifica la inversión realizada", afirma Iñigo Apellaniz, jefe de prevención del metro de Bilbao.

El precio tampoco ha sido un inconveniente para la Diputación de Girona. Sólo en Blanes estos equipos han salvado seis vidas. "En estos momentos tenemos 14 desfibriladores de uso público y luego los vehículos policiales y de protección civil llevan", explica José Luis Puy, jefe de protección civil de Blanes.

Si quieres que tu comunidad también instale desfibriladores en lugares públicos, firma nuestra petición en la web de 'Constantes y Vitales'.