Un equipo internacional de investigadores analizó a 49.555 personas que sufrieron paros cardíacos extrahospitalarios ocurridos en las principales ciudades de Estados Unidos y Canadá, y se centraron en un subgrupo clave de estos infartos, aquellos que ocurrieron en la calle, con testigos, y con la necesidad de uso de un desfibrilador.

Tras analizar los datos, los investigadores encontraron que casi el 66% de estas víctimas sobrevivieron al alta hospitalaria después de que alguna persona utilizara un desfibrilador.

Este estudio destaca que la ayuda de las personas es clave para ayudar a aquellas personas que sufren un paro cardíaco antes de que lleguen los servicios de emergencia.

Otros de los resultados más destacados es que en un 18,8% de estos casos se utilizó un desfibrilador.

Además, las víctimas que sufrieron un paro cardíaco que recibieron una descarga con desfibrilador, registraron un 2,62 veces más probabilidades de supervivencia del alta hospitalaria y 2,73 veces más resultados favorables en comparación con aquellas personas que las personas que recibieron una reanimación cardiopulomar cuando llegaron los srvicios sanitarios.

De hecho, el 70% de los pacientes con paro cardíaco, que no recibieron una reanimación cardiopulmonar con la ayuda de un desfibrilador, murió o sobrevivió pero con deterioro de la función cerebral.

Por todo ello, desde 'Constantes y Vitales' destacamos la necesidad de que todas las comunidades autónomas de nuestro país instalen desfibriladores en los espacios públicos.

Así, casi dos años después del lanzamiento de esta iniciativa, que ha conseguido el apoyo de las comunidades de Madrid, Valencia y Asturias, sumándose así a Andalucía, Cataluña, Canarias y País Vasco, que contaban ya con una regulación al respecto, hemos comenzado una nueva fase en favor de la cardioprotección.

Si quieres que tu comunidad autónoma instale desfibriladores en espacios públicos, firma aquí.