En un grupo de personas, que luego desarrollaron demencia, los niveles de las proteínas lisosomalesfueron anormales, en comparación con las que aún no tenían problemas con las habilidades de memoria o de pensamiento, según un nuevo estudio publicado en 'Neurology'.

"Estas proteínas se encuentran en partículas muy pequeñas de sangre derivadas de células nerviosas llamadas exosomas. Los niveles anormales de las proteínas pueden ser biomarcadores útiles que podrían ayudar a estudiar los primeros tratamientos para limitar o revertir el daño a las células cerebrales e incluso prevenir el desarrollo de la enfermedad en su estado más avanzado", afirma el autor del estudio Edward Goetzl, profesor de Medicina en la Universidad de California en San Francisco.

Para este estudio, se tomaron muestras sanguíneas de 20 personas que desarrollaron la enfermedad de Alzheimer hasta 10 años antes de ser diagnosticados y luego después de que fueran diagnosticados. 

También se tomaron muestras sangre de 26 personas con enfermedad de Alzheimer y 16 personas con demencia frontotemporal, que lleva a cambios en la personalidad o comportamiento y también puede afectar a la memoria. Además, se recogieron muestras de sangre fueron de 46 personas sanas sin ningún problema de demencia o con las habilidades de memoria como grupo de control.

Los investigadores observaron cuatro proteínas en exosomas sanguíneos que vienen de los lisosomas. Los lisosomas actúan como una especie de centro de reciclaje y eliminación para las células. 

En cada caso, el nivel de la proteína fue significativamente diferente de los controles sanos que en aquellos con demencia, tanto antes como después de que se desarrollaron los síntomas.

En tres de las proteínas, las personas con demencia poseían niveles significativamente más altos, mientras en una de las proteínas, las personas con demencia presentaban niveles significativamente más bajos. 

Por ejemplo, para muchas proteínas con una "cola" de ubiquitina o porción desplegada, los controles sanos tenían niveles medios de 200 picogramos por mililitro, mientras que las personas con enfermedad de Alzheimer poseían niveles promedio de aproximadamente 375 picogramos por mililitro.