Se trata de un nuevo estudio publicado en la revista 'JAMA Oncology' muy necesario para detectar y tratar el cáncer de pulmón.

En el cáncer de pulmón, por ejemplo, se sabe que los pacientes con determinadas mutaciones en el gen EFGR responden bien a inhibidores de este gen, como el erlotinib, que se ha convertido en el tratamiento de elección en estos casos.  

Sin embargo, para determinar si el tumor tiene o no el gen mutado hay que hacer una o más biopsias, para extraer una muestra suficiente del tumor para ser analizada genéticamente.

Por ello, el estudio el equipo de Rosell ha analizado la sangre periférica de 97 pacientes con mutaciones el gen EFGR, para ver si, mediante un test específico, lo que se denomina biopsia líquida, se podría detectar la presencia de estas mutaciones. 

De esta forma, han comprobado que los resultados han dado positivos en el 78% de los pacientes. También, los expertos han asegurado que estos análisis de sangre no sólo servirían para establecer las mutaciones iniciales que tiene el tumor del paciente, sino para ver cómo evoluciona a lo largo del tratamiento y si adquiere o no resistencia al medicamento que está recibiendo.

Por otro lado, el estudio también ha servido para confirmar que no todas las mutaciones en el gen EGFR ofrecen el mismo pronóstico. Así, se ha visto que una alteración puntual en una zona del gen (el exón 21) conlleva un peor pronóstico que la deleción del exón 19, lo que indica la necesidad de mejorar el tratamiento en los portadores de esta mutación.