Este último trabajo concluye que la inflamación en el cerebro puede conducir, de hecho, al desarrollo de la enfermedad. Los resultados sugieren que mediante la reducción de esta inflamación, la progresión de la patología podría detenerse.

Así,  el equipo, cuyo trabajo fue financiado por 'Medical Research Council' y 'Alzheimer Research UK', espera que el descubrimiento conduzca a un nuevo tratamiento eficaz para la patología, para la que actualmente no existe cura. 

Para llegar a esta conclusión, los científicos emplearon muestras de tejido de cerebros sanos y otros con enfermedad de Alzheimer, ambos de la misma edad.

Los expertos contaron los números de un tipo particular de célula inmune, conocido como microglia, en las muestras y encontraron que estas eran más numerosas en los cerebros con enfermedad de Alzheimer.

Además, la actividad de las moléculas que regulan la cantidad de microglia se correlaciona con la gravedad de la enfermedad.

El equipo encontró el número saludable de microglia necesario para mantener la función inmune normal en el cerebro, lo que sugiere que el bloqueo de CSF1R sólo reduce el exceso de microglia.