Esta nueva investigación, liderada por científicos del Instituto de Investigación Scripps en La Jolla, California, Estados Unidos, rastreó cómo una familia de anticuerpos del sistema inmunológico que se unen y neutralizan el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) se desarrollan con el tiempo.

"Si se pudiera producir estos anticuerpos a través de la vacunación, sería un comienzo realmente fantástico para la prevención del VIH", afirma Ian Wilson, profesor de Biología Estructural y presidente del Departamento de Biología Integrativa Estructural y Computacional en TSRI y autor de esta investigación.

El problema de esta investigación es que se necesita mucho tiempo para que las células del sistema inmunológico identifiquen los puntos débiles de un virus particular y alisten anticuerpos que muten, afinando sus estructuras para una mejor unión a y neutralización del virus.

Por eso, en este estudio, los científicos analizaron las primeras etapas de desarrollo en la familia PGT121, específicamente en las ramas PGT122 y PGT124. Estos anticuerpos llamaron la atención de los investigadores porque son "ampliamente neutralizantes", lo que significa que pueden detener muchas cepas del virus que mutan rápidamente. 

Por otro lado, además tienen la habilidad especial de apuntar a una pieza de la maquinaria viral llamada glucoproteína de la envoltura del VIH, que permite al virus unirse y penetrar en las células anfitrionas.

Así, gracias al uso de técnicas de imagen de alta resolución, los expertos trazaron las estructuras de estos anticuerpos, unidos con la glucoproteína de la envoltura del VIH, en selectos puntos en el proceso de formación. 

De esta manera, encontraron que las diferentes ramas de anticuerpos desarrollan distintas estrategias para evitar las defensas del VIH.