La técnica, que ya ha sido probada en ratones, consiste en introducir a través de las bacterias, una proteína que impide el crecimiento de los tumores y reprime la metástasis.

"Recientes estudios sobre terapia bacterial para el cáncer muestran que varias cepas atenuadas suprimen el crecimiento de los tumores", recuerdan los investigadores.

Con esa base, los científicos diseñaron un modelo animal con el que buscaron un nuevo método para tratar el cáncer de colon de los seres humanos.

El método aprovecha las cavidades con bajo oxígeno que suelen tener los tumores y que representan un ambiente ideal para el desarrollo de ciertas bacterias.

Los expertos utilizaron entonces una cepa modificada de Salmonella para que ésta pudiera provocar, a través de la segregación de una proteína llamada FlaB, una respuesta del sistema inmune.

De esa manera, estimularon las células del sistema inmune para incrementar su actividad contra el cáncer y eliminarlo.

Como resultado, el tamaño del tumor disminuyó en 11 de los 20 ratones que recibieron inyecciones de esta cepa inocua.

Según el estudio de Science T. Medicine, la combinación de ambas cosas -la bacteria y la proteína secretada- fue la que colaboró para reducir los tumores y mejorar las probabilidades de supervivencia en estos animales.

Por el contrario, en los ratones que recibieron microorganismos que no producían la proteína, el tumor tendía a crecer nuevamente.