Dos nuevas e importantes cuestiones en la lucha contra la enfermedad de Parkinson han salido a la luz tras la investigación de unos científicos de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos.

Estos investigadores han descubierto que con el bloqueo de una enzima llamada c-Abl previene la enfermedad en ratones especialmente criados. También detectaron en ese mismo estudio que un marcador químico en una segunda proteína puede indicar la presencia de la enfermedad y progresión.

Este trabajo, descrito en la edición digital de este lunes de 'Journal of Clinical Investigation', sugiere tanto un objetivo prometedor para la investigación de fármacos como una herramienta que podría acelerar los estudios sobre esta patología más ampliamente.

"Hay indicios de que la actividad de c-Abl conduce a la enfermedad de Parkinson y nuestros experimentos muestran, en efecto, que hay una conexión", ha decalrado Ted Dawson, profesor de Neurología y director del Instituto de Ingeniería Celular de la Escuela de Medicina de Johns Hopkins.

Estos experimentos comenzaron con ratones modificados genéticamente para desarrollar la enfermedad y "noquear" el gen de c-Abl, una medida que redujo los síntomas de la enfermedad. Por el contrario, ratones diseñados genéticamente para elevar la cantidad de c-Abl sufrieron un empeoramiento de los síntomas y una aceleración de la progresión de la enfermedad. El aumento de la producción de c-Abl en ratones normales también llevó a desarrollar la enfermedad de Parkinson, según los investigadores.